En un escenario económico complicado, un nuevo modelo propone cuidar el patrimonio con una estrategia particular.
La incertidumbre es uno de los factores que atraviesa a la economía actual mundial, con una inflación constante y con ciclos financieros cada vez más cortos. Por este panorama, individuos y familias de alto valor neto enfrentan el dilema sobre su estrategia patrimonial y cómo acceder a liquidez sin comprometer la integridad de sus bienes.
Y este escenario, dio paso al boom del concepto de “patrimonio líquido inteligente”, que no solo redefine la forma en que se concibe la riqueza, sino que busca imponer nuevas reglas en la planificación financiera y la gestión de activos.
Qué es el patrimonio líquido inteligente y el desafío en patrimonios concentrados
El patrimonio líquido inteligente es la mera tenencia de activos líquidos tradicionales como efectivo o inversiones de alta disponibilidad, sino que se trata de un esquema de reconfiguración estratégica del portafolio patrimonial que permite tener liquidez cuando es necesario. De esta forma, no se necesita realizar la venta de activos clave ni tener pérdidas de bienes por desinversión anticipada.
Con este modelo, se proyecta conseguir una combinación de planificación fiscal, apalancamiento inteligente, estructuras fiduciarias y una selección puntual de instrumentos financieros que actúan como un “puentes” de liquidez.
Con esta propuesta se busca optimizar el acceso a fondos sin descapitalizar, manteniendo el potencial de crecimiento del patrimonio y su protección intergeneracional.
Cabe destacar que quienes tienen altos patrimonios familiares se enfrentan al desafío de tener una gran concentración en activos no líquidos como son bienes raíces, participaciones en empresas, obras de arte o inversiones alternativas, lo que dificulta el acceso inmediato a capital en momentos clave, como oportunidades de inversión o cambios estructurales.
Por ello, tener activos líquidos puede resultar ineficiente desde el punto de vista fiscal y de rendimiento. La solución es poder construir mecanismos que permitan convertir temporalmente activos no líquidos en recursos disponibles, sin comprometer su titularidad ni el objetivo de preservación de largo plazo.
En este sentido, las claves para acceder a liquidez sin vender son contar con líneas de crédito respaldadas por activos, contar con fideicomisos con cláusulas de distribución estratégica, realizar un replanteo de la estrategia de inversión y hacer un uso estratégico del seguro de vida con valor en efectivo
Lo cierto es que el enfoque de patrimonio líquido inteligente es una necesidad en un entorno donde los shocks financieros y las oportunidades de inversión aparecen con rapidez y requieren capacidad de respuesta inmediata.
La nueva generación de inversionistas valora no solo la acumulación, sino también la capacidad de utilizar su patrimonio de manera dinámica, adaptándose a ciclos de vida, nuevos modelos de consumo y exigencias de impacto social.
El especialista financiero Fernando Boudourian destaca que es clave entender fondo las necesidades de cada cliente antes de definir una estrategia de inversión.
En este sentido, la planificación patrimonial moderna deja en evidencia que necesita de una visión holística e interdisciplinaria, donde profesionales de inversiones, abogados fiscales, especialistas en sucesiones y asesores de impacto si alineen para cumplir con objetivos.
La integración de los saberes de diversas profesiones es de suma importancia para construir estructuras patrimoniales resilientes y flexibles, con las que el acceso a la liquidez no es una amenaza, sino una ventaja competitiva.