Conocer cómo actuar es de suma importancia para evitar represalias. Un punteo sobre los aspectos para aplicar.
En la gestión patrimonial, los impuestos sobre las ganancias de capital ocupan un importante lugar respecto a la labor que tiene que hacer el asesor financiero, ya que la incorrecta administración de estas cargas fiscales afectan tanto a inversores individuales como corporativos.
También, los impuestos sobre ganancias influyen en las decisiones estratégicas relacionadas con la planificación financiera y la preservación del capital que deben tener en cuenta los gestores.
Qué son las ganancias de capital y que rol cumplen
Las ganancias de capital se generan cuando un activo, como acciones, bienes inmuebles o bonos, se vende por un precio superior al que fue comprado. Dependiendo del tiempo que el inversor haya mantenido el activo, estas ganancias pueden clasificarse como ganancias a corto plazo, siendo activos mantenidos por menos de un año, y a largo plazo, los cuales fueron mantenidos por más de un año.
En países como Estados Unidos, la tasa impositiva sobre ganancias a largo plazo oscila entre el 0%, 15% o 20%, pero el número se ajusta de acuerdo a los ingresos del contribuyente; y las ganancias a corto plazo pueden alcanzar tasas superiores al 37%.
Las ganancias de capital representan para los gestores un gran desafío, ya que deben maximizar el rendimiento neto del cliente teniendo en cuenta las implicaciones fiscales y tienen que garantizar el cumplimiento normativo en cada transacción.
En esta línea deben tener en cuenta tanto los cambios legislativos, que suelen ser frecuentes respecto a las tasas y reglas, por lo que un ajuste de estrategias es necesario. Además, los gestores deben tener en cuenta la diversificación de sus clientes y las normas de los países donde tienen sus bienes.
Estrategias para reducir la carga fiscal sobre las ganancias de capital
De acuerdo a este escenario, los profesionales conocen cómo accionar para reducir la carga fiscal en las ganancias de capital. Estas estrategias son variables y cada una debe ser ajustada según la situación del cliente.
Entre ellas se destaca, mantener los activos a largo plazo, promoviendo la tenencia de estos durante al menos un año para reducir las tasas impositivas. También, buscar sacarle provecho a las pérdidas es un plan que se ejecuta y consiste en vender activos con pérdidas para compensar ganancias de capital.
La planificación de herencias es otra de las tácticas utilizadas ya que los activos heredados suelen reciben un “step-up” en su base impositiva, eliminando las ganancias de capital acumuladas. Y otra opción es hacer donaciones caritativas, debido a que esta acción ofrece ventajas fiscales.
En este escenario, es importante señalar que las presiones fiscales en muchos países están impulsando debates sobre cambios en las tasas impositivas y eliminación de exenciones.Por ello, los asesores deben anticiparse a posibles reformas y adaptar sus recomendaciones para proteger los intereses de sus clientes.