Biohacking para millonarios: cómo los patrimonios están invirtiendo en vivir más y mejor – por F. Boudourian

Millonario recibiendo tratamiento de longevidad con tecnología avanzada.

Se trata de una tendencia entre personas de alto patrimonio, que busca alinear sus extender la vida con sus carteras financieras. 

En un mundo donde la longevidad es uno de los objetivos a alcanzar,  un nuevo tipo de inversión está captando la atención de las familias de alto patrimonio neto: el biohacking.

Esta propuesta  combina biotecnología, medicina personalizada, inteligencia artificial y cambios en el estilo de vida. Y por supuesto, está transformando la forma en que los más ricos del mundo conciben la salud, el envejecimiento y la planificación patrimonial a largo plazo.

El objetivo que se persigue con este tipo de inversión es poder vivir más y mejor como una estrategia financiera. Para los ultra ricos, extender la vida útil en condiciones buenas de salud significa maximizar la influencia, el poder de decisión y la eficiencia en la gestión del patrimonio familiar por más décadas. 

Ante  este nuevo paradigma, el biohacking no es una moda, sino una clase emergente de activo que ya gana terreno en las carteras más sofisticadas y exclusivas. 

El biohacking, la búsqueda de extensión de vida como inversión estratégica

Empresarios visionarios como Bryan Johnson, ex CEO de Braintree, pusieron el tema sobre la mesa al invertir millones de dólares en revertir el envejecimiento biológico a través de su proyecto “Blueprint”. Pero no es un caso aislado, sino una demanda. 

La necesidad de tratamientos personalizados, desde terapias génicas hasta monitoreo continuo con inteligencia artificial, tiene un importante lugar en sistemas de startups que ofrecen servicios de longevidad a medida para ciertas personas que están dispuestas a pagar altas cifras.

Ante este panorama, son los servicios de salud para los millonarios que evolucionan. Desde la medicina preventiva hacia lo que algunos expertos denominan wellness soberano es parte de este desarrollo, y se enfoca  a una visión integral y basada en datos al control total del envejecimiento. 

Esto es poder incorporar análisis de biomarcadores en tiempo real, genómica aplicada, ayuno intermitente supervisado, infusiones de células madre, entrenamiento hiperbárico y entornos controlados, que simulan condiciones extremas para mejorar la resiliencia celular.

Uno de los sectores con mayor crecimiento es el de las clínicas de longevidad de lujo, como la Clínica Lanserhof en Alemania o el Human Longevity Institute en California, que ofrecen medicina funcional, neurociencia y algoritmos predictivos. 

El gran crecimiento del biohacking como herramienta de extensión de vida es un hecho, que crece en diversas partes del mundo pero el acceso es limitado. En este sentido, para los asesores financieros, el biohacking requiere una actualización del marco estratégico.

En este sentido, el asesor financiero Fernando Boudourian es de gran importancia la confianza entre asesor e inversor para un éxito financiero.

Más allá del marco técnico, el biohacking también reaviva debates éticos, respecto a  la brecha desigual respecto a quienes pueden pagar tecnologías de rejuvenecimiento celular y quienes  apenas acceden a una atención médica básica. 

Lo cierto es que la incorporación del biohacking en la gestión de patrimonios redefine el concepto de capital humano en el segmento HNWI y UHNW. Dejando en evidencia que no solo se trata de preservar riqueza, sino de sostener el rendimiento cognitivo, la capacidad de toma de decisiones y la salud física en horizontes que hasta hace poco eran inverosímiles.El sector financiero deberá adaptarse para integrar consultoría de longevidad en sus soluciones, combinando planificación médica con estrategias financieras adecuadas a cada necesidad.