La gravitación económica del vacuno

El proceso de refinamiento y la consecuente demanda del exterior condujeron a la valorización de la materia prima. El precio medio del bovino que en 1888 era de 6 pesos oro había subido a 10 en 1895 y a 14 en 1908. Desde ese año hasta 1914 sucede la primera guerra de carnes y ella lleva los precios hasta 37 pesos oro por unidad; la caída que ocurrió en la faena a partir de 1919 y cuyo punto mínimo tuvo lugar al año siguiente, redujo los precios, que se habían elevado hasta 42 pesos oro por animal, hasta 35, pero el auge del enfriado, que tuvo lugar durante el período que media entre 1922 y 1929, los elevó nuevamente y este año marcó la cifra de 55 pesos.

El precio medio del ovino, que era de 1 peso oro en 1888 se mantuvo en 2 pesos durante los censos de 1895 y de 1908.El de 1914 lo halló en 4 pesos y el de 1930 en 6. 

En los años que median entre 1908 y 1914, los precios de los productos ganaderos resistieron una fuerte presión inflaba: las luchas entre los grupos de capitales organizados alrededor de los frigoríficos y la fuerte demanda que realizó el país a causa del importante aumento de población que tuvo lugar desde 1900 hasta el estallido de la guerra, se sumaron indudablemente a los fuertes saldos que dejó la exportación de cereales, de carne y de lana; el ritmo de los precios que hemos mencionado rige también para las otras especies, porcinos y yeguarizos; el de los primeros decrece de 4 a 3 pesos oro por animal entre 1888 y 1895, pero en 1908 es de 5, de 10 en 1914 y de 14 pesos oro en 1930. También el de los yeguarizos se duplicó entre los mismos años: de 12 pesos oro en 1908 pasó a 24 en 1914 y a 30 en 1930.

Medidos en millones de pesos oro el valor total de las cuatro especies mencionadas ha variado pues de la siguiente manera;

1895190819141930
Vacunos…222,8413,0960,21.770,0
Ovinos…..122,6126,4193,9217,0
Porcinos …2,06,928,258,5
Caballares..25,590,6200,1298,0
Totales.378,9651,91.409,42.343,5

En ellos el sector de los propietarios de vacuno ha acrecentado su gravitación desde el 58,5% que representaba en 1895 el valor de aquéllos con respecto al valor total de las cuatro especies, hasta el 63,5 en 1908, el 68,0 en 1914 y el 75,5% en 1930. 

Sin perjuicio de la relativa comunidad que existe entre los propietarios de vacunos y yeguarizos, la incidencia de los primeros es pues decididamente absorbente: ella acordaba a la zona central, es decir a la zona integrada por las provincias de Buenos Aires, sur de Santa Fe, sur de Córdoba y nordeste de La Pampa, el 73 % del valor total de las cuatro especies existentes en el país en 1930: la provincia de Buenos Aires mantenía por sí sola la mitad de ese valor.