Contar con contratos sucesorios es de gran relevancia para la preservación del patrimonio, pero revisar sus cláusulas es esencial. Un punteo sobre los factores a tener en cuenta.
En un escenario mundial en el que la volatilidad geopolítica está marcada por conflictos regionales, tensiones comerciales, reformas fiscales abruptas y cambios regulatorios, Fernando Boudourian indica la importancia de revisar y adaptar las cláusulas sucesorias dentro de los planes patrimoniales se convirtió en una pieza clave.
Tanto para individuos de alto patrimonio como para familias empresarias y fiduciarios institucionales, la estabilidad que tradicionalmente ofrecían las estructuras sucesorias hoy tiene riesgos que exigen una atención renovada y una estrategia dinámica.
Los asesores patrimoniales, abogados especializados en planificación sucesoria y gestores de riqueza aseguran que ignorar el impacto de los eventos geopolíticos en los marcos sucesorios podría generar pérdidas financieras y complicaciones legales graves.
Por lo tanto, una revisión de qué hay en una sucesión y qué parámetros dejen sujetarse al contexto actual es de suma importancia para poder tener una conservación del patrimonio seguro.
Revisar cláusulas sucesorias, un accionar donde poner el foco
Las estructuras sucesorias son planificadas bajo parámetros de estabilidad en lo que respecta a lo legal, económico y tributario, con el fin de conservar y potenciar el patrimonio. Sin embargo, el reciente creciente de conflictos armados, las reformas fiscales globales y las tensiones comerciales entre bloques económicos principales, muestran un evidente cambio en las reglas ya que se debe estar sujeto a las transformaciones existentes y variables.
Para Fernando Boudourian un plan sucesorio actual, deben tener en cuenta escenarios de alta volatilidad geopolítica, debe contar con cláusulas que regulan la transmisión del patrimonio y deben ser flexibles para adaptarse a cambios regulatorios que presenten riesgos.
Entre las amenazas más relevantes que enfrenta la sucesión patrimonial en este panorama se destacan riesgos de expropiación o congelación de activos en jurisdicciones afectadas por sanciones internacionales, reformas fiscales repentinas, restricciones cambiarias o controles de capital que impiden la libre disposición o transferencia transfronteriza de bienes e inestabilidad política.
Para Fernando Boudourian, el análisis de tendencias económicas es esencial para la toma de decisiones estratégicas, por ello un enfoque integral es de suma importancia para la adaptación de las medidas que se toman.
Por ello, en este escenario las cláusulas sucesorias estándar, como disposiciones de traspaso automático o fideicomisos irrevocables rígidos, pueden convertirse en medidas que generan vulnerabilidades en lugar de garantías. Tener que revisarlas es una necesidad.
Por eso, una revisión de las cláusulas sucesorias permite anticiparse a los riesgos y poder reforzar la resiliencia del plan patrimonial. Entre los elementos que los expertos recomiendan se encuentran las cláusulas de redomiciliación, mecanismos de “force majeure”, designaciones de beneficiarios flexibles y protecciones contra confiscaciones.
Fernando Boudourian seña lo importante es que este análisis se realice con una estrategia, y la diversificación es de gran relevancia, ya que no solo debe ser financiera sino también jurídica y jurisdiccional.
Tener activos distribuidos en diversas jurisdicciones con marcos legales sólidos, sistemas judiciales independientes y tratados internacionales de protección de inversiones puede minimizar riesgos geopolíticos graves.
Además, establecer fideicomisos o vehículos de inversión en países considerados “refugios jurídicos” tiene cierta seguridad para los involucrados. Esta estrategia también requiere una revisión de las cláusulas que rigen los vehículos patrimoniales en cada país.

Los especialistas también indican que no es suficiente con hacer una única revisión en tiempos de crisis, sino que los planes sucesorios deben estar alineados a una política de actualización periódica, como parte integral de la gestión patrimonial.
Se recomienda al menos una revisión formal cada dos años, o inmediatamente después de eventos relevantes como son las reformas fiscales, conflictos armados y modificaciones de tratados, por ejemplo.
Más allá de los aspectos técnicos y fiscales, la incertidumbre geopolítica también impacta en las dinámicas familiares y emocionales de la sucesión, ya que las cláusulas pueden ser determinantes y ser foco de conflicto si se tratan de cambios drásticos que afectan a los herederos.
Los expertos sugieren integrar procesos de comunicación familiar dentro de la revisión sucesoria, generando lugares e instancias de diálogo que permitan ajustar los planes patrimoniales de forma consensuada.
Por ello, un plan sucesorio que tenga éxito es aquel que puede contar con alternativas para preservar el patrimonio familiar frente a distintos sucesos o contextos. Fortalecer las cláusulas sucesorias se convierte en un factor clave para la preservación del legado familiar y empresarial.