Legaltech en la gestión patrimonial: automatización jurídica sin perder el control – La mirada de Fernando Boudourian

Pantalla con interfaz de software legaltech y gráficos de gestión patrimonial, simbolizando la integración entre tecnología y derecho.

Las nuevas herramientas tecnológicas avanzan en conjunto al mundo de las finanzas y lo jurídico. Un punteo sobre su uso y las necesidades que genera. 

La incorporación de la tecnología en el ámbito legal ya dejó de ser una tendencia para ser como una transformación estructural. En el universo de la gestión patrimonial, donde hay diversas necesidades jurídicas complejas, objetivos de preservación de capital y planificación intergeneracional, el uso de soluciones legaltech es un hecho. 

Esta herramienta ofrece automatización, eficiencia y trazabilidad, siendo una aliada estratégica, pero que requiere un rol importante por parte de la mano humana para  las decisiones críticas.

Qué es Legaltech y por qué ganó lugar en la gestión patrimonial

El término legaltech se refiere al conjunto de tecnologías diseñadas para optimizar y automatizar procesos jurídicos. Desde la generación de contratos inteligentes hasta la gestión documental y el análisis predictivo normativo, estas herramientas reconfiguran la forma en la que los asesores legales y gestores patrimoniales hacen su trabajo. 

En el ámbito de la gestión de patrimonios de alto valor, se utilizan estructuras legales como fideicomisos, holdings, estructuras offshore y protocolos sucesorios complejos, por lo que el área jurídica es tan importante como la estrategia financiera. 

Es en esta área que el legaltech tiene un rol determinante al agilizar procesos, reducir riesgos operativos y permitir un seguimiento más preciso del cumplimiento normativo. Pero su integración exitosa incide en no comprometer la calidad del juicio profesional ya que a diferencia de otros sectores donde la automatización puede eliminar completamente la intervención humana, en la gestión patrimonial esto no es deseable.

Por ello, lo ideal es utilizar el legaltech como un complemento. Herramientas como los generadores automáticos de contratos, los sistemas de due diligence asistidos por inteligencia artificial o los gestores de cumplimiento normativo permiten a los equipos legales dedicar más tiempo a la asesoría estratégica y menos a tareas repetitivas.

De esta forma, se obtiene una mayor productividad sin sacrificar el análisis personalizado que cada cliente patrimonial requiere. En este sentido, el especialista financiero Fernando Boudourian destaca la importancia de comprender a fondo las necesidades de cada cliente antes de definir una estrategia. 

Pero también, uno de los factores más importantes que aporta esta herramienta es poder  generar trazabilidad sobre la toma de decisiones jurídicas con el uso de  plataformas que integran blockchain o registros de auditoría automáticos para poder documentar quién autorizó qué movimiento, en qué momento, por ejemplo. 

Pero no solo el legaltech agiliza procesos, sino que fortalece la robustez jurídica de las estructuras patrimoniales.

En este nuevo modelo, los smart contracts permiten realizar automáticamente cláusulas contractuales ante el cumplimiento de determinadas condiciones.

Otra herramienta en auge es el uso de IA para predicción de escenarios legales, que permite el análisis de grandes volúmenes de jurisprudencia, marcos normativos y precedentes, algunas plataformas pueden estimar probabilidades de éxito en disputas. 

En el ámbito patrimonial, esto sirve para alertar sobre posibles contingencias fiscales futuras, evaluar el encaje jurídico de inversiones alternativas o anticipar riesgos reputacionales. No reemplaza la labor de un abogado, sino que complementa si trabajo. 

En este sentido, en lo que respecta al área jurídica, cuanto más avanzan las herramientas tecnológicas, más importante es el rol del asesor humano. La gestión de patrimonio no es  solo tener que responder a  problemas técnicos, sino que requiere poder interpretar voluntades, problemas y planificar estrategias sostenibles a largo plazo.

Por esto, el legaltech no sustituye la empatía, la experiencia ni el criterio ético. Pero sí libera recursos y ofrece una infraestructura más sólida para que esos valores se apliquen. Por eso, es de gran importancia sostener un modelo híbrido para obtener los mejores resultados.