Un punteo sobre los motivos de este nuevo escenario entre los inversores que coloca a estos productos como los favoritos en el mercado.
En los últimos tiempos, los mercados financieros atraviesan una gran volatilidad que, generalmente, está alineada a las decisiones geopolíticas y las economías. Por ello, la diversificación de la cartera es de gran importancia, lo que impulsó a la inversión en productos que antes no eran parte de este tipo de administración.
Entre las opciones más destacadas se encuentran los vinos de colección, las joyas de alta gama y los automóviles clásicos. Se trata de tres alternativas que combinan estabilidad con el atractivo de su apreciación en valor y su valor intrínseco.
De lo convencional al lujo, las novedosas opciones de inversión
La diversificación de las carteras es una de las herramientas más utilizadas en la planificación patrimonial. Las opciones para la inversión solían ser en bienes tradicionales, como inmuebles, pero en los últimos años otros productos ganaron gran popularidad en el sector.
Entre los productos más elegidos en este nuevo escenario se encuentran los vinos de colección, que dejaron de ser un bien de lujo para convertirse en un activo financiero con atractivo global.
La escasez, la reputación de las bodegas y las calificaciones de expertos colocaron a este producto como uno de los más elegidos teniendo un gran crecimiento de retorno. Las botellas de vino, según la bodega, pueden alcanzar un valor de cifras muy altas.
Pero más allá de su valor monetario, los coleccionistas valoran la historia y la artesanía que cada botella representa. Además, el crecimiento de plataformas digitales especializadas democratizaron el acceso a este mercado, permitiendo a los inversores adquirir participaciones fraccionadas de lotes exclusivos.
No obstante, para invertir en vinos requiere conocimiento, ya que factores como el almacenamiento en condiciones ideales y la verificación de la autenticidad son importantes para preservar su valor.
Las joyas consideradas de alta gama son elegidas como un bien para la inversión de excelencia, ya que además de tener un valor estético, su precio suele incrementarse de acuerdo al mercado. Las piezas con diamantes, rubíes, zafiros y esmeraldas son las más cotizadas.
Los autos clásicos se convirtieron en bienes elegidos para la inversión, ya que no solo representan parte de la cultura, diseño e ingeniería de una época, sino también es un activo que se aprecia aún más con el paso del tiempo, atrayendo a coleccionistas e inversores.
Este tipo de inversión no solo se trata de una alternativa frente a la volatilidad de los mercados financieros, sino que también para los inversores se convierten en un legado familiar que puede pasar de generación en generación.
Estos bienes, que se diferencian ampliamente, tienen su interés como refugios financieros, impulsado por la demanda y el contexto de volatilidad. Los tres tienen su cliente inversor, impulsados por diversificar sus carteras con alternativas tangibles.
Asimismo, además de ser una alternativa frente a la volatilidad también para los inversores se convierten en un legado familiar que puede pasar de generación en generación. .